sábado, 19 de febrero de 2011

Tú, sólo tú.

No, no era la persona idónea, ni la que yo conocía.
Pero, ¿y qué?

De acuerdo... Se hacía pasar con quién no era...
La razón, nunca quiso decírmela, y sus motivos tendría.
Ella, era él. Aún no lo entendía.

¿Por qué me había mentido? Y lo peor, ¿por qué sentía que me gustaba?

No hay comentarios:

Publicar un comentario