La adolescencia es un segundo nacimiento, donde el cordón umbilical que se rompe no es físico, sino afectivo y emocional.
Es el adiós al apego, es el adiós a la infancia.
Las águilas son maestras en esto...
El aguilucho es la cría del águila
y cuando la madre siente que llegó la hora,
toma al hijo con su pico,
lo saca del nido,
se eleva a las alturas
y lo suelta al vacío para que vuele con sus propias alas.
¡Qué duro!
¡A volar!
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