Mientras espero la última hora del día
que va envolviendo la noche
con su manto mortecino,
recuerdo aquella pareja
en la sombra del café,
...se que no existía nada más...
que va envolviendo la noche
con su manto mortecino,
recuerdo aquella pareja
en la sombra del café,
...se que no existía nada más...
Quizás él le contara
cómo había pasado el día,
quizás, llegó tarde a una cita
o se encontró con recuerdos
cómo había pasado el día,
quizás, llegó tarde a una cita
o se encontró con recuerdos
que creía olvidados
mientras andaba de camino a casa,
una tarde gris en la que ella
puso un punto de intenso color rojo
quién sabe...
Sólo se que él la miraba
como nunca la han mirado
como nunca la han mirado
hasta aquel día
y él la miraba como quizás
nunca llegó a mirar...
y él la miraba como quizás
nunca llegó a mirar...
Ya ha llegado el nuevo día
que me sorprende como tantas veces,
borracha de nostalgias y delirios
en esta triste habitación...
que me sorprende como tantas veces,
borracha de nostalgias y delirios
en esta triste habitación...
Quizás, vuelva mañana
a encontrarlos en el mismo café
para recordarme
que todavía no es tarde...
a encontrarlos en el mismo café
para recordarme
que todavía no es tarde...
[ Todo esto, aquella pareja en el café,
es nuestro vivo reflejo...]

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