domingo, 27 de febrero de 2011

Algo extraño...

Febrero me dice que importa
más sentir que comprender,
que sólo vale quererse en la medida de lo imposible.
 
Y nos arrancamos los disfraces
porque es mucho mejor hablar con la piel.
No voy a mentir para que después el pasado me castigue.
 
Febrero nos vio sin ropa tumbaditos
en las manos de la luna
y allí nos saltamos los semáforos de la cordura.
 
¿ Por qué no admitir
que quiero oírte respirar cada mañana ?
No renunciaré a nada que condene al alma.

Ahora que cada esquina es un paraíso
y pienso ponerte un nuevo mundo, en Nunca Jamás;
que amar es viajar sin equipaje ni billete de vuelta para este viaje, nada más.
Febrero me ha traído por fín una excusa
 para ir a poner remedio en todas las heridas de tu piel.
 
Febrero ha convertido en un paraíso cada ascensor
y se llevó ese miedo a sentir dolor.
 
 
 
Y es que el amor es vivir al día sin paracaídas ,
un viejo conocido que hoy volvió a venir.
Y que me abraces siempre de puntillas,
saber que de nuevo es fácil volver a vivir.
 
Es invertir todo sin paracaídas 
y dar la espalda a toda urgencia en un colchón
Ir de la mano a pelear utopías ,
no darle ningún pero a tu corazón.
  
Febrero dejó una silla vacía en cada concierto.
Mi abrazo ya se acostumbró a la forma de tu cuerpo;
casi alrededor de tu ombligo he encontrado el universo,
y entre sábanas, creo, firmamos los tratados más bellos.

Ahora que se suicidan las dudas
  desde mi colchón
y que quiero injertarme en tu pecho,
es momento de llenarte el cuerpo de abrazos y besos,
que es gratis hoy.

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