Febrero me dice que importa
más sentir que comprender,
que sólo vale quererse en la medida de lo imposible.
Y nos arrancamos los disfraces
porque es mucho mejor hablar con la piel.
No voy a mentir para que después el pasado me castigue.
No voy a mentir para que después el pasado me castigue.
Febrero nos vio sin ropa tumbaditos
en las manos de la luna
y allí nos saltamos los semáforos de la cordura.
y allí nos saltamos los semáforos de la cordura.
¿ Por qué no admitir
que quiero oírte respirar cada mañana ?
No renunciaré a nada que condene al alma.
Ahora que cada esquina es un paraíso
No renunciaré a nada que condene al alma.
Ahora que cada esquina es un paraíso
y pienso ponerte un nuevo mundo, en Nunca Jamás;
que amar es viajar sin equipaje ni billete de vuelta para este viaje, nada más.
que amar es viajar sin equipaje ni billete de vuelta para este viaje, nada más.
Febrero me ha traído por fín una excusa
para ir a poner remedio en todas las heridas de tu piel.
Febrero ha convertido en un paraíso cada ascensor
y se llevó ese miedo a sentir dolor.
Y es que el amor es vivir al día sin paracaídas ,
un viejo conocido que hoy volvió a venir.
Y que me abraces siempre de puntillas,
Y que me abraces siempre de puntillas,
saber que de nuevo es fácil volver a vivir.
Es invertir todo sin paracaídas
y dar la espalda a toda urgencia en un colchón
Ir de la mano a pelear utopías ,
Ir de la mano a pelear utopías ,
no darle ningún pero a tu corazón.
Febrero dejó una silla vacía en cada concierto.
Mi abrazo ya se acostumbró a la forma de tu cuerpo;
casi alrededor de tu ombligo he encontrado el universo,
y entre sábanas, creo, firmamos los tratados más bellos.
Ahora que se suicidan las dudas desde mi colchón
y que quiero injertarme en tu pecho,
es momento de llenarte el cuerpo de abrazos y besos,
que es gratis hoy.

No hay comentarios:
Publicar un comentario