domingo, 20 de febrero de 2011

Ñoñerías...


Oh... No no no nooo...¡Otra vez no!
Ese mariposeo en mi barriga... Ag, no puedo hablar con él.
¡Me siento nerviosa!
¿¡Qué narices me pasa!?
Vaya, qué asco. Es amor...
¿Cómo me ha podido volver a pasar? Creía que ya no le quería...
Me hizo daño, y yo le hice daño, ¿por qué volvemos a querernos?





¿Y ahora por qué sonrío?
Esto es una estupidez...
Hmmmm... Recuerdo cuando salíamos todos juntos a dar un paseo los viernes por la tarde.
Yo, disimuladamente, iba agarrada de su brazo...
Por supuesto, ¡no quería que se enterase de lo que siento por él! ¡Qué vergüenza...!
Me acuerdo perfectamente...
Él me acariciaba la mejilla mientras me miraba con unos ojos tiernos... Yo, le sonreía timidamente...



Y ahora... ¿Qué nos ha pasado? Ni nos hablamos... Todo por nuestra culpa. Y sí, digo nuestra.
¿Por qué?
Por mis celos y tus ñoñerías...
Sabes, he de admitir, que te quiero y te echo de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario