viernes, 12 de agosto de 2011

- Ni una simple alcachofa.

-¿¡Sabe lo qué le digo, señor Anthony!? Usted no tiene corazón...
+ ¡Oh! Pensé que su cerebro llegaba a más...
- Usted...Usted...Ni si quiera se parece a una alcachofa. ¿Sabe por qué?
+ Jajaja, señorita Claire, no me haga reir. ¿A qué viene ese estúpido comentario?
- A que usted nunca podría ser una alcachofa, porque incluso las alcachofas tienen corazón...

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