jueves, 30 de junio de 2011

- No se puede hacer volar a un gorrión sin alas.

No se puede...
Al fin y al cabo, hay demasiadas cosas que no se pueden hacer.
Y muchas que no te permiten hacer.
El caso está, en si esas cosas valen la pena, en si eres feliz con o sin ellas.
En si cada vez que piensas en alguien, esa persona te devuelve esos pensamientos, o simplemente, se quedan en tu mente, volando, desperdigados, hasta depasaparecer.
Unnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn tanto inusual.
Que no se puede decir de esa agua no beberé, porque cuando tengas sed, lo harás.
No se puede mentir uno mismo, ni mentir a los demás.
No se puede engañar al corazón, ni engañar al corazón de los demás.
Lo sé. Lo sabes. Lo saben.
Ya me gustaría a mí, que esos pensamientos, esas palabras no se quedaran en el aire.
Al fin y al cabo, son serán producto de mi imaginación.
Sí, me cayo demasiado, pero será por querer demasiado.
Yo. Él. Ellos.
Todo muy fácil de decir, pero no de actuar, ¿no?
Podrás disimular cual rapaz águila, pero no es tan fácil hacerlo creer.
Sé que hay algo, ¡lo sé!
Pero no sé por qué duwahudhwuaidhwa no lo sacas.
En fin, tú ya sabes.
Pd. Yo seguiré luchando en mi guerra.

- Porque.

¿Por qué no pienso alejarme de ti?
Porque te necesito.
Porque me gusta estar contigo.
Porque eres demasié para mí.
Porque me da igual lo que digan los demás.
Porque me da igual que me digas que le aleje.
Porque eres ya un hecho en mí.
Porque me siento viva contigo.
Porque me da la gana.
Porque me da igual ser cursi.
Porque me da igual perder mi reputación.
Porque quiero tenerte.
Porque soy cabezona y dura.
Porque soy dulce y mimosa.
Porque es algo indiscutible.
Porque en el fondo, sé que no quieres que me vaya.
Porque lo dices por mí...
Porque eres algo incontrolable.
Porque me da igual que digas que soy una mentirosa.
Porque, sí a veces me jode un poco lo que dices, pero sé que es mentira.
Porque dices que no me quieres, cuando sabes que sí.
Porque quiero darte cada día tres toques.
Porque ya estás aquí, dentro mío.
Porque ni me miras a los ojos.
Porque me gustas mucho.
Porque me siento nerviosa contigo, y a la vez, completa.
Porque me da igual que creas que no saldría bien.
Porque saldría bien.
¿Sabes por qué?
- Porque el motivo más importante, es que te quiero. 


- Mi plan es sencillo: pasar juntos el resto de nuestras vidas.

- Future


- ¿Ves aquella casa a lo lejos?
~ Sí, es preciosa.
- Pues será nuestra, te lo prometo. Será el lugar en el que hagamos nuestra vida. El lugar en el que cada día me despierte juanto a ti, y poder decirle a tu dulce orejita "te quiero". Podré llevarte el desayuno a la cama y dejar que me digas "¡Yo quería kellogs!". Poder mirarte a cada segundo de mi vida, poder tocarte para tener un sinónimo de éxtasis, poder acariciarte, intimidarte mirándote a los ojos fíjamente. Poder hacerte la comida cada día aunque deberás ayudarme. Poder ver la televisión tranquilamente contigo, reirnos de sus estúpidos programas y quedarme dormida en tu hombro mientras veíamos esa película que tanto nos gusta. Cada vez que intentes chincharme, sonreirte tímidamente, mientras te jodes por no haberme picado aunque casi siempre sonsigas hacerlo.
Poder darte todo lo que quieras.
Porque te quiero...
Si tu me dices ven lo dejo todo.

Pero dime ven.

- Nada es lo que parece.

No, no siempre estoy segura de mí misma.
(Sin embargo, camino con paso firme y la cabeza alta)
No, no siempre estoy feliz.
(Sin embargo, lo primero que me pongo al levantarme es una sonrisa)
No, no siempre tengo buenos días.
(Sin embargo, intento que nadie pague por eso)
Sí, sí tengo problemas.
(Aunque no los vaya pregonando por ahí)
Sí, sí lloro.
(Aunque nunca lo haya hecho delante de ti)
Sí, sí me duelen las cosas.
(Aunque sea una experta en disimularlo)
Sí, sí que me gustas.
(Aunque no esté dispuesta a admitirlo)
He caído
-sin quererlo-
en tu gravedad.
- I will always love you.
- Sonríe, me encanta cuando lo haces.

- Y si...

¿Y si te dijera que me encantas?
Que tu sonrisa me mata,
que pasas y mi corazón se acelera,
que me quedo sin aire cuando te veo,
que pienso en ti todo el día,
que ne los días de lluvia me encantaría abrazarte
y en los de sol también
¿Qué harías?

miércoles, 29 de junio de 2011

martes, 28 de junio de 2011

Puedo presentarme de muchas maneras. Podría empezar por mi nombre, seguir por mi forma de ser, por mi físico, mis manías, mis aficiones. Podría llenar una lista de cosas que me gustaría hacer y otras tantas que jamás haría. Podría hablar horas y horas sobre mí, sobre quien soy, como soy. Pero al fin al cabo, jamás seré capaz definirme del todo, puesto que aún me quedan demasiadas cosas por descubrir de mi. Ahí reside mi magia.

- Como decía Rocky.

Déjame decirte algo que ya sabes.
El mundo no es arco iris y amaneceres.En realidad es un lugar malo y asqueroso.
Y no le importa lo duro que seas,te golpeará y te pondrá de rodillas, y ahí te dejará si se lo permites.
Ni tú ni nadie..golpeará tan fuerte como la vida.

Pero no importa lo fuerte que puedas golpear,
importa lo fuerte que pueda golpearte y seguir avanzando, lo mucho que puedas resistir, y seguir adelante.
¡Eso es lo que hacen los ganadores!
Ahora, si sabes lo que vales, ve y consigue lo que vales. Pero debes ser capaz de recibir los golpes y no apuntar con el dedo y decir que eres lo que eres por culpa de ese o el otro.
¡Eso lo hacen los cobardes!, ¡Y tú no eres un cobarde!
¡Tú eres MEJOR que eso!

- Te odio.


Te odio porque no puedo negarme a ti, te odio porque vives en mi mente, te odio porque cuando no estas junto a mi me duele respirar; te odio porque cuando estoy junto a ti quiero detener el tiempo, te odio porque por ti empecé a desear más; te odio porque sabes más de mí que el mundo, te odio porque conoces mis límites y no los cruzas, te odio porque te necesito tanto ó más que al aire; te odio porque no puedo dejar de ser lo que quieres que sea, te odio porque me duele todo cuando peleamos, te odio porque sabes leerme antes que nadie; te odio porque me haces odiar a todo el que te ve, te odio porque no te puedo tener sólo para mí, te odio porque la eternidad no es lo suficientemente larga para estar contigo; te odio porque muero al hacerte sufrir, te odio porque quisiera darte todo lo que soy y lo que tengo y no lo tomas, te odio porque eres lo más perfecto que puede existir para mi; te odio porque me dices no, te odio porque me dices sí, te odio tanto que duele pensar en no negarte; te odio porque el que no estés cerca es mi veneno, te odio porque antes de conocerte no me importaba mucho el mañana, te odio porque me haces volver a ser consciente; te odio porque los segundos pasan muy rápido cuando estoy contigo, te odio porque los minutos son eternos sin ti. Te odio tanto que soy incapaz de dejar de amarte a cada momento, a cada suspiro, a cada segundo, te odio porque tu amor me hace sentirme viva. Te odio porque no puedo hacer otra cosa que dejarme llevar por el amor que existe en mí por cada minúscula parte de tú ser. Te odio porque te amo tanto que el odio es la única forma de poder amarte y seguir siendo la misma a la que amas.

- Me odio


- Por ser cobarde
- Por haberme creado una dependencia emocional
- Por llorar
- Por sentirme sola
- Por esperar algo que no me corresponde
- Por escuchar música triste, y deprimirme aun mas
- Por pensar tonterías
- Por creer en el amor
- Por pensar que existe gente especial
- Por esperar levantada
- Por creer en principes azules
- Por cambiar mis sueños por falsas esperanzas
- Por ser tan romántica
- Por soñar demasiado
- Por creer que la gente puede cambiar


-

Es difícil no imaginarte en la noche estrellada, mirando el amanecer en un horizonte infinito recitando con lágrimas en los ojos poemas de Neruda…
Y cuando cierro los ojos puedo notar como me erizaba en la más calida de las noches mediterráneas únicamente con sentir tu abrazo….
Ya nunca he vuelto a alargar la vuelta a casa en coche, no se me da tan bien como a ti convertir un viaje de vuelta en un acontecimiento tan sereno y mágico.
Es curioso pensar como la sonrisa que me brindabas cada mañana pudiera hacer que me sintiese llena para el resto del día, y que si por algún momento esta decaía de mis labios, estuviera siempre tu frase de cariño o ese beso que la volvían a dibujar.
Es un arte, el encontrar lo que uno no está buscando. Y fue así como apareciste, y te instalaste poco a poco en mi corazón… fue sin pedirme absolutamente nada a cambio salvo quizás reír, jugar, un beso o una canción… pero fue así como me regalaste sin darte cuenta lo mejor que yo misma tenía dentro de mi.
Por que soy consciente de que aún no hay persona que en todo un día sea capaz de hacerme sentir lo que tú conseguías en cinco minutos… a tu lado me he llegado a transformar en el ser mas bonito, necesitado y “amado”. Y esto me hacia sentirme orgullosa, por creerme valiosa en la vida de alguien, por saber que a la vez que yo desempeñaba un papel importante en tu vida, tú desempeñabas el mismo papel en la mía. Y por primera vez, tuve la sensación de ser alguien importante e indispensable y esto me hizo crecer como persona.
¿Y por que te echo de menos? Por que tengo necesidad de necesitarte, de buscarte y encontrarte, de reírme contigo y escucharte, pero también…. por que tengo la sensación de que tu sientes lo mismo… y para mi ya es suficiente.
¿Y que puedo desearte ahora salvo que sigas brillando por la vereda que te haya sido destinada, tan intensamente como solo tú sabes hacerlo, encontrando, sin pretender buscarlo el tesoro que esté aguardando para ti?
Y es bonito pensar que nos tendremos siempre, y me gusta sentir que dentro de mí infinitamente albergaré la alegre y viva esperanza de que día será el que nos volvamos a reencontrar.
¿Y que debes hacer cuando nada sale como tú quieres, cuando nadie es como tú piensas, cuando quien mas necesitas que esté a tu lado más lejos se encuentra?
¿Y que hacer cuando te han pisado tantas veces que ya ni siquiera sientes dolor, cuando tus ojos se han secado de tanto llorar?
¿A quien llamas cuando te sientes tan sola que asusta?
¿Hacia donde te diriges cuando despiertas cada mañana y no sabes donde te encuentras ni donde has de terminar…?
¿En que lugar depositas los recuerdos que ya no quieres conservar?
¿A dónde se han ido todos los que una vez fueron para ti lo más importante, y hoy ya ni siquiera están?
No pienses
No sientas
No llores
Shussssssss, vamos a dormir
Y sueña, sueña con un mundo paralelo, como cuando eras pequeña, un mundo que tal vez algún día se convierta en realidad.
-¡Que sí, que no lo niego! Que escribo su nombre en los márgenes de las hojas y dibujo corazones por doquier como si, de repente, me hubiese vuelto tonta. Que me voy a volver loca de tanto pensar en él a cada segundo que pasa e imaginarme a su lado cuando estamos separados. Que voy a agotar todo mi cúmulo de sonrisas y suspiros. Que se ha colado aquí, muy hondo, en mi cabeza y se ha hecho un hueco en lo más profundo de mi corazón. ¡Que le quiero, que estoy enamorada hasta las trancas!

- I don't know

No sé, eso es lo único que no sé.
Bueno, sí, sé que te quiero.
Pero no sé si tú sientes todo lo que dices...
"Te quiero, te amo, estaría siempre contigo, [...]"
Para luego... qué... ¿tenerme ahí mirando como amas, quieres y estás con tu novia siempre...?
Sí, te entiendo perfectamente, ella estaba antes, ella quizás me supere en tenerte, pero no me comparo con ella, sino quiero comparar lo que sientes.

- Era de esperar.

No había nada que sustituir, elegir o cambiar.
Siempre fue ella.
Ella.
Eso me hizo llegar hasta el fondo de mis converse.
No sirve de nada.
No había palabras qué explicar.
No había más que decir.
Pero yo soy fuerte. Grande.
No podrá conmigo. Nadie puede.
Aún... tenía fuerzas para seguir.
La duda es ¿serviría de algo?

lunes, 27 de junio de 2011






- ¿Recuerdas cuando decía que te quería?
~ Sí, por supuesto, como olvidarlo.
- Pues era verdad. Es verdad.

Indiscutible batalla entre la razón y el corazón, cual batalla entre mi peine y mi pelo por las mañanas. Jajajaja
Debería pensar eso. Cuestionarlo.
Verdaderamente, yo le quería, demasiado, estremecía de locura. Tan corta edad, y contando tales batallas...
El caso está en que no debería decir que le quiero, que le necesito, que quiero estar junto a él, que es especial, que es el mayor cabrón que he conocido, que es un niñat con voz aniñada y, a veces, varonil, que no me lo merezco, que es un maldito pederasta, que... ¡que te quiero, joder!
Gasté mis últimas palabras, hasta desvanecer.

- Mierda.

La verdad, no sé como comenzar hoy.
Saludando, riéndome, llorando, haciendo un gesto de mueca, asustando, sorprendiendo, [...]
¡Maldita vida que se desvanece cual helado al sol!
Da asco. No, no el hecho de morirse -ya que todos algún día moriremos- sino el hecho de perder a ese ser, al que querías, al que estabas acostumbrado a ver, a sentir, a oir, a oler, a tener en tus inertes brazos.
Te da rabia que no vas a tener la ingenua oportunidad de seguir creciendo y madurando junto a ese ser.

Sí, es algo horrible.
Siempre he pensado que, cuando una persona muere, ¿quién le llorará? Lógicamente, sus padres, amigos/as, queridos/as, gente conocida y demás, pero... ¿de verdad?
Indudablemente, alguien lloraría aunque tenga que ser yo misma.
Un curioso caso... 
En fin, vida, quiero decirte que eres un asqueroso ciclo con fin sin retorno al que mucha gente llega a odiar.
Yo, personalmente, le tengo miedo. Querida muerte, tú... prefiero no comentar...
- Qué rápido muere una vida...

domingo, 26 de junio de 2011

- Cada día, me consumo más.



Soy humana, y sí, cada día que pasa cometo más errores.
Quererle.
Haber dicho eso.
No haber comido esa galleta derretida de chocolate.
Haber tentado a la suerte.
Seguir chinchando.
Quererle más.
Haber robado aquellas chuches de la tienda.
Haber salido corriendo cuando me iban a tirar un zapato a la cabeza.
Haber evitado esa conversación.
Haber mentido.
Haber gritado.
Haber reído en situaciones que no requería hacerlo.
Haber pagado mi dolor de cabeza con otros.
Volverme loca por él.
Haber bebido de aquella botella de whisky, y sí, también de aquella de sandevid.
Haber cantado.
Haber comido ese chocolate negro que tanto me gustaba y no me dejaba comer mi madre por ser demasiado pequeña.
Haber necesitado.
Haber llorado.
Haber hecho insignificantes vídeos para pasar el rato.
Sentirle.
Tener la jodida necesidad de estar junto a él.
Amarle.
En fin, demasiadas cosas las cuales, no vale la pena contar, porque acabo de cometer el error de contar todo esto.

- Gritaba que él era el hombre de mi vida.

- Esperando la elección.

Ella y la otra ella. Aclarando que "la otra ella" soy yo.
No hay mejor, o peor, mas hay una ganadora.
¿El premio? Él.
Pero más vale no confiarse, más vale no temer, más vale seguir luchando, más vale seguir queriéndote.
Más vale él.
¿Qué hay que hacer? No sabía si decirte lo mucho que te quería, lo mucho que te necesitaba, lo mucho que tenía ganas de ti, lo mucho que ansiaba olerte, lo mucho que anhelaba tenerte, lo mucho que...
Báh, si de todas formas da igual, ni siquiera sé si él leerá esto.
La otra ella le quiere, por supuesto, es algo que admito. Ella le quiere, por supuesto, es algo evidente.
Pero... ¿y él? A quién quería él. Estúpida pregunta con una estúpida respuesta.
La otra ella, pensaba que ella no era, de que la quería más a ella...
O al menos, eso pensaba. Él dice que quiere mucho a la otra ella, que la ama, que estaría con ella toda su vida, pero la otra ella, piensa que si fuera así, estaría con ella. Cosa que no es.
Ella, en cambio, estaba segura de todo, de que él la quería muchísimo, de que siempre iban a estar juntos, de que eso era perfecto. Y sí, lo era. Y la verdad, no sé si decir que aún lo es.
Sería una gran tontería que él me eligiese a la otra ella, ¿no? Ella y la otra ella eran muy diferentes...
Ella tenía el pelo largo, rizado, castaño oscuro. Ojos grandes de color marrón, piel pálida, dientes como perlas, sonrisa estremecedora, una buena forma física..
En cambio, la otra ella, tenía el pelo no demasiado largo, liso, marrón  ni demasiado oscuro ni demasiado claro. Ojos achinados y rajados, de color verde, piel pálida ¡anda, una cosa en común!, sonrisa hacia abajo, no muy usual y un cuerpo medianamente aceptable.
La verdad, nada parecidas. En personalidad, prefiero no entrar.
Aunque, ella no superaba a la otra ella, por supuesto.
En conclusión, debo decir, que él, lo tenía crudo. 
Pd. "La otra ella, deseaba que la escogiera".
Pd2. Quizás y con suerte, la otra ella, cuando esté muerta, esté con él.

sábado, 25 de junio de 2011

- Meñiques



 - ¿Estaremos siempre juntos?
+ Hasta la muerte.
- ¡Promesa de meñiques!
+ Por supuesto...

- Querido

Querido:
La verdad, no tenía pensado escribir sobre ti, es algo que sobrepasa mis límites de incertidumbre.
Quería saber como estabas, ahora lo sé.
La quieres mucho, ¿verdad? ¡Más te vale!
No consigo olvidarte. Eso de hablar contigo todos los días y no poder hacer nada, es un poco frustante...
Compréndelo, todas esas palabras que a veces suelto, tan empalagosas, me salen del corazón alma.
No quería que esto pasara, pero ya sabes, no se puede mandar en los sentimientos. Aún así, aunque ella me supere con creces, yo pienso luchar. No, no haré el papel de zorra en esta historia, simplemente, estaré contigo, en los buenos y malos momentos, no me alejaré de ti aunque quizás sea lo mejor para ti.
Prometo no olvidarte nunca. Prometo no dejar de pensar en ti si es lo que quieres. Prometo llegar a ser la chica dura que tú conociste. Prometo soplarte cuando tengas calor. Prometo contarte historias cada noche y así, poder hacer que estés conmigo. Prometo seguir siendo la pesada que te saluda siempre. Te prometo demasiadas cosas. Las más importantes: Prometo no dejar de quererte nunca. Prometo sentir la necesidad de tenerte cerca mío. Prometo cuidarte siempre. 
Queridísimo, te prometo que te quiero.

martes, 14 de junio de 2011

Carta a la inocencia


Hoy le escribo a la niña que fui un día y dejé de ser sin darme cuenta. Le escribo a la pequeña de grandes ojos risueños, la que estaba llena de esperanzas... La que se enamoraba todos los días y bajaba la ventanilla del auto para sentir la brisa galopar en su rostro. Le escribo a esa pequeña que estaba todo el día soñando y cantando. Te escribo a ti, que te hacías millones de preguntas y no tenías miedo de buscar las respuestas... ¿A qué huele el cielo, papá? ¿Por que estas siempre llorando, mamá? ¿Por que tu cara luce como un papel arrugadito, abuela?
Te escribo a ti pequeña, sé que estas dormida en algún rincón de mi ser, entre ositos de peluche y cuentos de hadas. La razón por la cual estoy haciendo esto es porque necesito que te enteres, que la vida es más dura de lo que ambas creíamos, que el amor duele más que cualquier herida física, que hay personas malas... muy malas, y alguna de éstas pueden esconderse tras la palabra "amigo".
  Es justo que sepas que encontrar a nuestro príncipe azul es un tormento, pero tenerlo al lado es aún más difícil. Debes saber que la vida se lleva a todos a su paso: a papá, a mamá, a abuelita... Ahora todo es complicado, pequeña: la cama ya no es para dormir, y si duermo ya no es para soñar...
  Aún así, a pesar de que el mundo es oscuro y difícil, necesito que sepas... Que crecer vale la pena, que besar y enamorarse no tiene posible comparación, que caer y luego levantarse es un arte que se aprende con el tiempo, que las heridas dejan cicatrices que nos enseñaran a sonreír.... Y sobre todo, necesito que sepas que lo más bello de la madurez son los recuerdos de la infancia.

Let it be

Deshazte de tu honor desgastado,
deja atrás cada pequeña frustración del pasado,
toma todos tus supuestos problemas
y destrózalos, colócales comillas.

Cuando sientas que algo falta,

libérate.

Porque tú...
Estás cansado, cansada
de caminar en un ejército de un solo hombre
peleando con las sombras de tu cabeza
sabiendo que todo sería mejor, tan solo...
Libérate... 

No temas ceder,

No temas envejecer,
aunque tus manos tiemblen
aunque tu fe se haya quebrado 
cuando todo esté acabando,
mientras tus ojos se estén cerrando,
hazlo con el corazón abierto
con los recuerdos a flor de piel
deja todo ir...

Y libérate.

lunes, 13 de junio de 2011

- Hazme un hueco en tu armario.

Mis padres me llamaron por la noche, y me dijeron que no podrían volver hasta dentro de una semana; a mi madre le dieron un gran trabajo en una empresa importante, y tendría que viajar para hablar de negocios.
Empecé a pensar cómo Carol. Creo que tendría que aprovechar ahora que mis padres no estarían en casa para divertirme un poco sin nadie que me ponga reglas, ni que me mande para hacer las tareas de la casa.
Por la mañana, bastante temprano, escuché el ruido de la puerta de abajo y me asusté. No supe si bajar, o si quedarme arriba... aunque acabé bajando.
Cuando bajé, miré por toda la casa a ver si había alguien. Pero no vi a nadie.
Cuando subí de nuevo a mi habitación, vi un montoncito de ropa doblada encima de la cama.




- ¿Qué es esto...?
Vi una nota entre las sábanas. "Encuéntrame" ponía.
Fui buscando por todos lados; por el baño de arriba, dentro de la bañera, debajo de la cama... por todos lados. Hasta que miré dentro del armario. Ahí me lo encontré.
- ¡Te encontré! -grité cuando abrí las puertas del armario.
- Jo.
- ¿Qué significa ese montón de ropa encima de mi cama?
- Ayer te dije que hoy traería mis cosas, y que me vendría a vivir contigo. Y tú me dijiste que me harías un hueco en tu armario. Y aquí estoy.
- ¿Ibas en serio?
- Sí, claro que sí. Aunque por lo que veo, no me has dejado sitio en tu armario...
Me reí, y tumbé a Marcos en la cama. Me empezó a hacer cosquillas por todo el cuerpo, y cuando se puso encima mía le susurré que le quería cómo nunca había querido a nadie, y él me besó.


sábado, 11 de junio de 2011

Because...



Porque, a veces, te dan igual esas cosas por las que un día lloraste.
Te da exactamente igual si eres criticado, codiciado, querido, deseado, buscado, necesitado, encarcelado, asustado, emborrachado, asesinado...
La aletoriedad en muy aleatoria.
Ahora mismo estoy diciendo esto y al momento puedo estar diciendo todo lo contrario.
Es la necesidad de querer algo, y que por mucho daño que te haga en un determinado momento, lo quieres.
No sabría definir este suceso, este hecho.
Sólo sabría decir que quiero algo, aunque a veces quiera ser criticada, codiciada, querida, deseada, buscada, necesitada, encarcelada, asustada, emborrachada, asesinada...
O quizás, simplemente, quisiera ser empapelada en un rollo de papel de regalo.
Que me da igual lo que digan, lo que hagan, lo que piensen... Sólo estoy yo.
Yo decido. Yo actúo.
Que no estoy loca, que soy realista.
Ese codiciado ser que me ponga los puntos sobre las íes.
Ese codiciado ser inventado por mí...
Ese codiciado ser que no veo.
Me he perdido; me he engañado.