Subimos al coche, y le dimos las gracias por ser tan amable con nosotros. Le dijimos dónde nos tenía que llevar, y nos llevó sin problema alguno.
- Bueno, ya hemos llegado.- Dijo la mujer.
- Muchísimas gracias, no sé cómo agradecérselo.- Dijo Erick.
- Si me prometéis que seréis felices, me basta.
- Se lo prometo.- Dije yo.
Erick me miró, y la mujer sonrió y se marchó.
- Lo que le has dicho a esa mujer... ¿iba enserio?
- Claro que sí. ¿Acaso tú no quieres?
Me cogió de las manos, y me acercó a él.
- Por supuesto que quiero.
- Entonces, ¿estaremos juntos siempre?
- Siempre es demasiado poco, cariño.
- Bueno, ya hemos llegado.- Dijo la mujer.
- Muchísimas gracias, no sé cómo agradecérselo.- Dijo Erick.
- Si me prometéis que seréis felices, me basta.
- Se lo prometo.- Dije yo.
Erick me miró, y la mujer sonrió y se marchó.
- Lo que le has dicho a esa mujer... ¿iba enserio?
- Claro que sí. ¿Acaso tú no quieres?
Me cogió de las manos, y me acercó a él.
- Por supuesto que quiero.
- Entonces, ¿estaremos juntos siempre?
- Siempre es demasiado poco, cariño.

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