martes, 24 de octubre de 2017

¿Y tú?

Él no era consciente que ese era el último que iba a recibir en un tiempo.
Yo estoy intentando mejorar, cambiar, por mí, por él.
Estoy haciendo un gran esfuerzo para superar todo, para que empiecen a resbalarme más las cosas, para dejar de preocuparme tanto, para dejar de dar siempre el 100%.
Es tan fácil como que debe ser algo equitativo.
Un toma y da.
No puedo estar así. Mi cabeza y mi cuerpo ya no me lo permiten. He colapsado.
No sabe que ese iba a ser el último en mucho tiempo.
No sabe que todo tiene sus consecuencias.
Él solo dar, también cansa. El no recibir, también cansa.
Es tan fácil como que yo voy a cambiar. Y él se va a dar cuenta de que, como siga así, está perdiendo un tiempo que no podrá recuperar. Los objetos materiales son efímeros, los juegos de ordenador son efímeros. Las personas que realmente te quieren, siempre están ahí, al pie del cañón, pero también necesitan.
También necesitan sentirse importantes. También necesitan que les muestren interés. También pueden ser efímeras.
El tiempo es algo muy relativo, que para algunos puede pasar sin que se inmuten, y para otros un día puede ser tres otoños.
Hay que saber ponerse en el lugar de la otra persona, hay que saber cuándo una persona te necesita, y más si te lo pide a gritos. Hay que saber cuando estar. Pero sobretodo... Hay que saber con quién estar.
No se puede vivir siempre a base de aguantar.
Hay que saber cuando actuar, cuando cambiar.
Yo estoy cambiando, pero... ¿Y tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario