Nos encontramos otra vez y quisiste toda mi atención.
Fue fácil conseguirla con la petición a la que sabías, no me iba a negar: "Cuéntame algo que nadie sepa".
Y te conté todo, y tú me lo contaste todo en un juego crónico.
Y te conté todo, y tú me lo contaste todo en un juego crónico.
En el que nadie ganaba ni perdía: mi juego favorito.
Para el final de cada día, ya sabías más cosas de mí de las que sabe cualquiera que lo hubiera pasado conmigo.

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