Me he dado cuenta, de que las personas camuflan lo que sienten.
Regalan sonrisas y marcas de miradas. Seleccionan los momentos con una simple fecha.
Dejan las historias sin final. Olvidan lo que sienten antes de que les de tiempo a saberlo.
Ahora se dice "te quiero" como quien dice "hola". Los besos se regalan, y los momentos acalorados en cualquier parque a cualquier hora son rutina.
Si eso les llena, vale. Pero a mí, personalmente, no.
Porque cuando digo "te quiero" es porque realmente lo siento, sin contratos, sin papeles, sin intereses y con todas las consecuencias que conlleva hacerlo.
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